Hace un mes, el mundo conoció que un grupo de científicos, liderados por la organización Conservación Internacional, estaba buscando a un centenar de ranas cuyo rastro se perdió hace años y que ahora se creen extintas. La idea es recorrer 14 países como Costa Rica, Israel, Malasia, Ruanda, Venezuela e Indonesia para encontrarlas.
Y Colombia también está en la lista, por ser el país más biodiverso del mundo en anfibios, después de Brasil. Precisamente, aquí ya avanzan las expediciones que, como parte de este rastreo global, se enfocarán en buscar, estrictamente, seis especies de ranas nacionales.
Alonso Quevedo, de la fundación Proaves, acompañado de otros seis expertos, se concentrá en Antioquia, para intentar ubicar cuatro especies: un anfibio que fue visto por última vez en 1996, llamado el sapo de Sonsón (Atelopus sonsonensis). En este departamento, Quevedo y su grupo también rastrean al sapo de Argelia (Pristimantis bernali), a la rana de pies pequeños (Atopophrynus syntomopus), desaparecida desde 1980, y a un un sapo café, identificado como Rhinella rostrata.
Este último sería el hallazgo más importante, porque se perdió en 1914. Quevedo explica que su hábitat está muy fragmentado y por eso dice que las posibilidades de hallarlo son mínimas.
Otros grupos de investigación, liderados por los biólogos Wílmar Bolívar y John Jairo Ospina, se concentran en el Valle y Boyacá, respectivamente, para hallar al Arlequín de los Farallones (Atelopus pictiventris), que habita los bosques húmedos, y a la rana de cristal (Centrolene petrophilum), perdida en 1985, típica del municipio de Pajarito.
Las mata la deforestación y un hongo
Colombia es el país más biodiverso en anfibios, después de Brasil, con más de 760 especies.
José Vicente Rodríguez, de Conservación Internacional, dice que en ese grupo hay al menos 55 especies catalogadas como críticamente amenazadas. De ellas, 45 son endémicas o exclusivas de Colombia . Rodríguez explica que la búsqueda global de especies tiene un antecedente en el país con el programa Arca de Noé, orientado hacia todas las especies. En el país, las causas de la extinción de las ranas son las mismas que afectan al resto de países de América Latina: la tala, el cambio climático y la presencia de un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis, que las mata de sed y que llegó por una especie invasora: la rana toro.
REDACCIÓN VIDA DE HOY
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